Ahora mismo enfilo esta aguja
con el hilo de un propósito que no digo
y me pongo a remendar. Ninguno de los prodigios
que anunciaban taumaturgos insignes
no se ha cumplido, y los años pasan rápido.
De nada a poco, y siempre con viento de cara,
qué largo camino de angustia y de silencios.
y estamos donde estamos; más vale saberlo y decirlo
y asentar los pies en el suelo y proclamarnos
herederos de un tiempo de dudas y renuncias
en que los ruidos ahogan las palabras
y con espejos deformados la vida.
de nada nos vale la añoranza o la lamentación,
ni el toque de displicente melancolía
que nos ponemos para jersey o por corbata
cuando salimos a la calle. Tenemos apenas
lo que tenemos y basta: el espacio de historia
concreta que nos toca, y un minúsculo
territorio para vivirla. Pongámonos
en pie y que se sienta
la voz de todos solemnemente y clara.
Llamamos quienes somos y que todo el mundo lo escuche.
Y luego, que cada uno se vista
como bien le parezca y vía fuera !,
que todo está por hacer y todo es posible.
1
Pensamos-la clara esta quietud
que esparce impensadas resonancias;
pensamos-la clara y sugerente, que nos llena
el espacio concreto de ahora mismo, el espacio
en que no hay ningún tipo de sorpresa
y todo es viejo, y triste, y necesario.
Hicimos pasar página tiempo ha, y algunos se empeñan
a leer todavía la misma página .
2
Tal vez el secreto es que no hay secreto
y ese camino lo hemos hecho tantas veces
que ya nadie se ' n sorprende; quizás
precisamos romper la rutina
haciendo algún gesto desmesurado, alguna
sublimidad que girase la historia.
Tal vez, también, de lo poco que tenemos ahora
no sabemos hacer el uso que hace falta; quien sabe!
3
Muy lentamente gira la noria
y pasan años, o siglos, hasta que el agua
sube a la cima más alto y, gloriosa,
proclama claridad en todos los ámbitos.
mucha lentitud bajan entonces
los cangilones para recoger más agua.
Así se escribe la historia. Saberlo
no decepciona ni sorprende a nadie.
4
Con demasiada frecuencia giramos los ojos todavía
y el gesto traiciona angustia y desfallecimientos. < br /> la añoranza, voraz, nos chupa la mirada
y nos hiela el muelle del sentimiento. De todas
las soledades, esta es la más oscura,
la más feroz, y persistente, y amarga.
Conviene saberlo y conviene, por otra parte, < br /> pensar el futuro luminoso y posible.
5
¿Quién sino todos -y cada uno por volverán
podemos crear desde este límites de ahora
el ámbito de luz que exalta el viento,
el espacio de viento de la voz?
Públicamente y con toda ley de indicios.
< br /> Seremos lo que queramos ser. En vano
huimos del fuego si el fuego nos justifica.
6
No hay lugar, nombre, espacio suficiente
para replantar la arboleda, ni ningún río
que remonte su curso y nos alce el cuerpo
por encima del olvido. Todos sabemos bien
que no hay campos abiertos al retorno
ni surcos en el mar a la hora del peligro.
Ponemos señales de piedra por los caminos,
señales de profunda plenitud.
7
Compartiremos misterios y deseos
de raíz muy noble y secreta, en el espacio
de tiempo que ocurre nuestra vida.
Compartiremos proyectos y preocupaciones,
placer, dolor con dignidad extrema,
el agua y la sed, el amor y el desamor.
Todo esto junto, y además, debe darnos
el aplomo secreto, la claridad deseada.
8
En clave de tiempo y con mucho sufrimiento.
He aquí cómo podemos ganar el combate
que hace tanto tiempo libramos.
en clave de tiempo y quizás en soledad,
acumulando en cada uno fuerza
de todos y proyectándola fuera.
surco tras surco en el mar cada día,
paso tras paso con voluntad de aurora.
9
ni hacia levante lujurioso, ni ningún
ponente solemne. Más necesitamos saber
que no hay grandes misterios, ni un pájaro
de alas inmensas que nos ampare; nada
de lo que tantas veces han proclamado
con voz terca oscuros adivinos.
Ponemos la mano sobre la mano y los años
conferirán dureza en cada gesto .
10
Preservamos del tiempo y del olvido
la integridad de unos ámbitos, de unos proyectos
en que nos veíamos todos juntos crecer y combatir.
y ahora, ¿qué oscuro rechazo, qué pereza
daña el impulso de renovada furia
que nos hacía casi ansiar la lucha?
Del fondo de los años, llama, hirviente,
la luz de un tiempo expectante y frondoso.
11
Convertiremos los silencios en oro
y las palabras en fuego. La piel de este retorno
acumula la lluvia, y los afanes
borran privilegios. Lentamente
emergemos del pozo, hiedra arriba,
y no al amparo de calamidades.
Convertiremos el viejo dolor en amor
lo legamos, solemnes, a la historia.
La letra de Ara Mateix en español es interpretada por Lluís Llach son propiedad y copyright de sus autores, artists y discograficas. Deberías saber que la letra de Ara Mateix en español interpretada por Lluís Llach solo se muestra con fines educativos y si te gusta la canción deberías considerar comprarte el CD desde la página oficial del autor