Nuestro padre decidió Eddy, y en toda nuestra gran familia sólo yo entendía que tenía nueve años y yo era el último.
En ese momento aún estábamos juntos, si no que Eugenio estaba apagado para hacer el la guerra de Abisinia. Cuando nuestra hermana penúltima se enferma. Hemos enviado para el médico y Niella la segunda visita, dijo que no entendemos nada; Murazzano llamamos al doctor y que no sabía que el mal; Llegó a Feisoglio y los tres dijo que la enfermedad estaba en la cima de su ciencia.
Deperivamo también a su lado, y la fiebre nos calienta como un brasero, cuando chinavamo en ella para tratar para comprender en qué medida era. Entre lo que sufrió y gastos, nuestra madre vino a mandar a orar al Señor para llevársela; pero duró poco más el dedo grande y siempre gimiendo como un cordero.
Lo que es más, agregó, el latido del corazón de Eugenio, de las que estaban recibiendo más correo. Cada mañana me encontré a la rectoría para que me diga lo que el pastor estaba en la primera página del periódico, y llegué a casa para decir que fueron pasando con los moros las batallas más grandes. Empezamos a rezar el rosario por él todas las noches, con la cabeza entre las manos
Uno de esos días, nuestro padre se levanta de la mesa y dice en su voz normal:
- desciendo hacia arriba. a Belbo, convertir esos paquetes que me llevó de la lluvia. -
No sé cómo, pero sabía que iba a volar a finirsi agua, y aterrado mí, mirando a su alrededor, viendo que nadie más había sido mi inspiración, ni siquiera nuestra madre hizo el menor gesto, continuó para limpiar la caldera, y sí sabía que su hombre como si fuera el primero de sus hijos. Sin embargo, no me dan la alarma, como si supiera que me habría ahorrado sólo si lo hice todo yo mismo.
El salió tras él, tridente lado ciego, que comenzaba a descender de la era. Me sentó en sus caminos, pero yo estaba pelando simplemente caminando, y así que tuve que tirarme a la mitad de la carrera. Me escuchó, me reconoció desde el peso del pase, pero no se dio vuelta y me dijo que fuera a su casa, con una voz ronca pero poco comandos. Yo no le obedecía. Entonces, veinte pasos más adelante, me repetía a volver en este momento con la voz que puso a miles más con mis hermanos mayores, cuando se atrevió a llevarle la contraria en algo.
Me dio miedo, pero no se detuvo. Se permitió alcanzar y cuando me oyó a su lado con una mano me llevó como un trompo, y luego le lanzó una patada que detrás de mí cerró en tres pasos.
Me levanté y otra vez atrás. Pero ahora estaba más seguro de que me gustaría hacer para detenerlo, y fui el que grita hacia la casa, pero ya estaban demasiado lejos. Yo había visto a un hombre lí alrededor, me gustaría haberlo dejado ir a orar: ". Usted, por amor de Dios, di a mi padre le diga algo,". Pero vi la cabeza de un hombre, a través del valle
Estábamos casi en piso, donde se sintió ya camino despejado Belbo agua en las cañas. En este punto se dio la vuelta, dejó caer la horca desde el hombro y comenzó a mostrarme cómo hacerlo con las bestias salvajes. No puedo decir lo que parecía, porque vi sólo los dientes del tenedor que bailé tres dedos de su pecho, y sobre todo porque no me siento que alzargli ojos en la cara, por la vergüenza de ver como desnudo.
Pero vine junto con nuestros haces de leña. Eddy fue inmediatamente allí, detrás de una densa helechos; y el agua todavía parecía la piel de una serpiente. Mi padre, su cabeza estaba tendido, con los ojos fijos al vórtice y luego estirar el pecho para gritar. En ese momento él empujaba la horca en el primer paquete. Y la vuelta de todo, pero con una lentitud infinita, como si el sueño. Y cuando él se había vuelto todo un suspiro que se acercó a un palmo. Luego se volvió. Esta vez me miró, y vi la cara que tenía cada vez que llegué a casa de una fiesta con una multa resaca.
Fuimos, con lo que estaba tratando de subir lentamente, por lo que no se pierda un paso, y yo él llevó a cabo su mano en el hombro libre de horca y algunas veces se rascó el pulgar, pero la luz como una hormiga, entre los dos nervios que tenemos por detrás del cuello.
La letra de Il Gorgo en español es interpretada por C.S.I. son propiedad y copyright de sus autores, artists y discograficas. Deberías saber que la letra de Il Gorgo en español interpretada por C.S.I. solo se muestra con fines educativos y si te gusta la canción deberías considerar comprarte el CD desde la página oficial del autor