F.Guccini
Al final de la juerga era un extraño silencio en el aire
alguien bramó con menos arrogancia y alguien plan de gruñido más.
En los desfiles de moda de diseño se superan con menos alegría
y en esos rostros y stravisti saciadas palpitantes sombra de la enfermedad.
un artesano de la cucharada forzada Weimar escribió que ya se podía ver
entre patrocinados y galletas vieron un presentador que estaba llorando y luego
niebla descendió en los bancos y el barómetro marcada tormenta
que despertó más viejo y cansado, sabor amargo, un círculo alrededor de la cabeza.
el miércoles de Ceniza nos confesó bueno o malo
que el partido era ahora más, ahora es el momento Carnaval
proclamó penitencia y fue alrededor de cilicio
eructos austera: ".. debo ser paciente, siempre adelante, pero con juicio"
se hizo con los votos cara astuta a la Virgen de la hipocresía
porque una mano lava la otra, todos culpables y así es />
acusar siempre, siempre tratando responsable, ciertamente no yo.
el domingo de Cuaresma era la mitad de la procesión de éter fue
fornicarios por varias pulgadas, por la astucia de "aquellos que dieron, dio />
y cada noche como campanadas se hizo eco apareciendo
muertos Amén, Mea Culpa y Miserere, pero ni siquiera un perro que se ha levantado.
y los caballeros de horas tigres y las trompetas sin restricción
inamidarono una nueva modestia, se puso el nuevo y brillante
indignación se fue a la primera con el lujo casta y sobria interroga millones pagados
y en público es linchado por reflujo para nosotros una vez más para ser bueno.
Así que el domingo después de el domingo fue una temporada muy sombrío
que un mes de duración de la Cuaresma rió la hiena, el lobo aulló,
estrellas fugaces y otras maravillas conversiones facilitados
molinos de viento blancos subieron con grises, corderos blancos como la nieve algunos antiguos leones.
Sólo los pocos que incazzarono indican que se utiliza paso
hecho de la habitual marchábamos por más y luego volverlo a poner allí,
baja.
luego todo quedó en silencio, razón por la que ganó , muerto por el cielo, aterrizó el mar,
solo alguien en la resurrección, el suelo, en silencio, volvió a pensar.
La letra de Nostra Signora Dell'ipocrisia en español es interpretada por Francesco Guccini son propiedad y copyright de sus autores, artists y discograficas. Deberías saber que la letra de Nostra Signora Dell'ipocrisia en español interpretada por Francesco Guccini solo se muestra con fines educativos y si te gusta la canción deberías considerar comprarte el CD desde la página oficial del autor